viernes, 29 de julio de 2011

Capitulo dos (parte uno)

Nos acercamos a la cafetería, que se encontraba en la planta baja, cuando entramos, ya estaba todas las mesas abarrotadas de gente, fuimos hacia donde se encontraba el buffet de comida, cogí la bandeja y solamente cogí una manzana roja, con cada paso que daba sentía la mirada de mucha gente clavada en mi espalda, ignorándolos seguí hacia donde se dirigía Laura, con cada paso que dábamos nos acercamos a un grupo reducido de 4 personas, lo formaban dos chicas y dos chicos, la primera chica de la derecha tenía el cabello azabache, ojos azules y una tez muy bronceada; le seguía un chico de cabello marrón claro, ojos marrones y también llevaba un bonito bronceado; a su lado se encontraba el otro chico de pelo negro, ojos grises y no se encontraba tan bronceado como los otros dos y por ultimo una chica pelirroja de ojos color chocolate y de tez muy blanquecina.
-Hola chicos!-les saludó con euforia Laura-Mirad esta es Melanie-.
-Encantada- les dije con una sonrisa- Pero mejor llamadme Mel-.
-Igualmente, yo me llamo Liss-. Se acercó hacia mí la de pelo azabache y me recibió con dos besos, una en cada mejilla, asi sucesivamente a partir de la derecha, hasta que finalmente supe el nombre de cada uno: Liss, Mark, Luis y Vicky.
Me senté al lado de la chica pelirroja, Vicky, y rápidamente empezaron una batalla de preguntas hacia mí, ¿donde vivía?, ¿porque me mudé?, etc. Cuando terminaron de hacerme preguntas seguí comiendo mi manzana tranquilamente sin darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, hasta que un pequeño zarandeo me hizo despertar repentinamente, hasta conseguir escuchar que Laura me hablaba.
-Perdona, ¿Qué me decías?, es que no estaba prestando atención-.
-No, si ya se veía, te decía que ahora vendrá mi hermano a sentarse con nosotros y con eso te quería preguntar, ¿Qué si te molestaría?-.
-¿Por qué me iba a molestar?, si ni siquiera lo conozco-
-En eso te equivocas-
-Pues yo no me acuerdo que lo haya visto y/o conocido porque ni siquiera sé quien es-
-Bueno, cuando venga ya sabrás si lo conoces o no…, mira hablando del rey de roma, por allí viene-
Me giro disimuladamente para ver quién es, cuando lo veo me sorprendo notoriamente cuando veo quien es, pero lo disimulo enseguida poniendo una cara de indiferencia, pero por dentro gritaba ¿Por qué tenía que ser él?, el hermano de mi nueva amiga, si se le puede decir asi, agachó la cabeza y sigo comiendo mi manzana, ignorando que dentro de unos segundos estará aquí.
-Hola-
-Hola-saludan los 5, de mi solo recibe un susurro imperceptible. Siento como la silla que se encuentra a mi lado se retira para atrás para recibir al nuevo invitado, después de un silencio incomodo, todo el mundo empieza hablar tranquilamente, pero yo en ningún momento alzo la cabeza para seguir la conversación que hace unos minutos participaba encantada, porque en estos momento notaba como su mirada se clavaba en mí sin ningún temor a que le miren, como en la clase de Física y Química.
-Y, bueno Mel, ¿qué tal llevas aquí las clases?-me pregunta Laura.
-De momento bien-le respondo con la mirada fijada en ella.
-¿Solo eso?, ninguna novedad, ¿como lo que te ha pasado en el brazo?-.Cuando lo pregunta, instintivamente me tapo el moratón con la mano, veo como de reojo Lucas se tensa y todas las personas que están en esta mesa me mira esperando una respuesta.

viernes, 22 de julio de 2011

Capitulo uno (parte dos)

Cuando la abro, veo la gran multitud de estudiantes que han salido de las clases para dirigirse a sus taquillas, no me detengo y sigo adelante con Laura, que se encuentra a mi lado, cuando pasamos esquivando a los que se ponen por delante siento que sus miradas se clavan en mí, pero hago como si no lo notara y sigo. De repente ante nosotras se abría la gente dejando pasar a un grupo, que en estos momentos se encontraban delante de nosotras, lo capitaneaba una chica rubia, esbelta y de ojos, a simple vista de color azabache, no podía reconocer donde acababa la pupila y donde empezaba el iris, desprendía una mirada hostil y fría, de reojo, mientras la observaba detenidamente, vi como se reunía junto a ella el chico con el que me choque esta mañana, cuando se colocó junto a ella, de manera inesperada aquella chica le agarró de la camiseta acercándolo a ella y le dio un beso, rápidamente a parte la mirada avergonzada.
-Para que te quede bien claro eso, guapa-me dijo aquella chica. Cuando pronunció aquellas palabras la miré con desconcierto, pero lo entendí perfectamente el mensaje que me daba en frente de todos. Noté como aquel chico que estaba al lado de ella no paraba de mirarme fijamente, noté que estaba a punto de decirme algo pero antes de que lo hiciera me adelanté.
-Que si, lo que tu digas- le respondí con aborrecimiento, y seguí caminando hacia delante pasando por al lado de esa rubia, pero me frenó cogiéndome del brazo, lo aparté de mí sacudiendo el brazo, y seguí con mi camino.
No sé qué pasó con Laura, ya que cuando me giré toda la gente se había dispersado y ya no la veía, así que me dirigí hacía las escaleras para ir hacia mi clase.
Cuando entré en la clase de Física y química, los que se encontraban dentro me escrutaron sin avergonzarse, pero como siempre hacía, seguí adelante hasta el último pupitre ignorándolos, me coloqué en la parte de la ventana donde se veían los jardines dejando el sitio de mi derecha libre, esperando que siga siendo así hasta que empiece la clase.
Ojalá se acabara ya este día, así ya dejaría de ser la novedad de este lugar, lo malo del cambio de instituto es esto, nuevos compañeros, amigos, volver a aprenderse los nombres…, mis pensamientos se ven interrumpidos cuando escucho el sonido chirriante de la silla al arrastrarse, que se encuentra al lado de mi, tengo apenas curiosidad, pero cuando empieza hablar, por simple educación me veo obligada a girarme, me sorprendo cuando es el de esta mañana y el de hace unos momentos, lo único que se me cruza en este momento por la mente es ¿Por qué yo?, no se puede sentar en otro lado, no, por lo que se ve.
Me vuelvo a girar hacia la ventana ignorando sus palabras y volviendo a mis pensamientos, pero me és imposible recobrar mi pensamientos cuando notó unos golpecitos en mi hombro.
-¿Qué?- le pregunto girándome hacia él.
-Encantado-. Veo que levanta la mano para saludarme, pero cuando ve que por mi parte no quiero corresponderle al apretón, baja la mano- Me llamo Lucas- se presenta con una sonrisa radiante.
-Melanie- le digo con mi tono más tajante, pero se ve que el no lo percibe y sigue.
- Y…-. No consigue terminar la frase, ya que ya ha entrado el profesor de Física y química, el Sr. Jenkins.
Cuando entra, no se le ve muy amistoso que digamos, pero con aborrecimiento pronuncia las palabras que mas me temía.
-Hola, alumnos, tenemos con nosotros una nueva alumna en nuestra clase, por favor señorita preséntese ante la clase-. Me señala con la mirada, mientras el se coloca en su asiento. Sin más dilación me levantó del asiento, arrastrándolo y sin ningún tono en mi voz que rebele mi nerviosismo, recito lo que me he aprendido de memoria de camino a aquí.
-Hola, me llamo Melanie Mislow, y vengo de Arizona.-. Cuando pronuncio la frase no recibo ningún saludo de bienvenida sino miradas curiosas, que después se giran hacia el profesor, cuando me vuelvo a sentar.
La clase se ha pasado demasiado lenta sintiendo la mirada de Lucas continuamente puesta sobre mí, mientras yo miraba el libro de Física y química.
De repente el estruendoso timbre me saca de mi ensoñación dando un respingo en mi silla, y acudiendo a mí un poco de sonrojo en las mejillas cuando veo de reojo que me mira sonriendo.
Recojo rápidamente mis cosas y me levantó para salir, pero en ese momento Lucas me cierra el paso cuando el se levanta en el mismo momento que yo, espero a que salga pero no lo hace, sino que se queda de pie recogiendo sus cosas, me quedo esperando un largo tiempo al lado de él esperando a que por fin termina pero la hace terriblemente lento, haciendo que pierda la paciencia, miro alrededor y veo que solo faltamos nosotros por salir y unos cuantos más.
-Si no te importa, me podrías dejar pasar, tengo prisa…-Pronunció las palabras amablemente pero con un tono de impaciencia, pero veo que no me contesta y sigue con su paso, cuando me canso, y veo que ha dejado la silla detrás suya y ha dejado un espacio suficiente para poder pasar yo por arriba, sin más miramientos paso apoyando el pie en la silla y pego un pequeño salto para salir, cuando ya he pasado la silla me dirijo hacia la salida.
Mi salida se ve interrumpida cuando una mano me aprieta el brazo evitando que siga hacía delante, en el mismo momento que me coge se quien, así que sacudo el brazo como la última vez, pero en vez soltar su amarre, aprieta más fuerte, me volteo hacia él y le miró con mirada fría.
-Suéltame, me estás haciendo daño-. Ante mi orden no responde sino que me escruta con la mirada, con la única mano que tengo libre le agarro del brazo y estiro para zafarme de él pero aprieta más fuerte, y siento que me recorre un fuerte dolor por el brazo, haciendo que acudan a mis ojos pequeñas lágrimas que están a punto de soltar, se ve que se da cuenta de lo que hace y me suelta.
-Perdón no pretendía…-
-¿Hacerte daño?- Le pregunto interrumpiendo su frase- Pues no lo parecía-. Me marcho sin esperar respuesta pero me frena de nuevo poniéndose rápidamente en frente de mí y cogiéndome de los hombros.- No me toques-. Aparto sus manos, moviéndome hacía atrás. Antes de que diga algo más me marcho, y él esta vez no interrumpe mi marcha, sino que siento como me observa yéndome.
Me dirijo hacia mi taquilla, limpiándome los ojos para quitar cualquier rastro de lágrimas, cuando ya estoy cerrando mi taquilla de repente sale la cara de Laura, sorprendiendo.
-¿Y tú que eh?-me pregunta.
-Yo ¿qué?-
- Pues, que desapareciste después de decirle eso a Cassy-
-No tenía ganas de estar allí, además no quería llegar tarde a mi otra clase que ya he faltado mi primer día en dos clases-
-Bueno no pasa nada, venga, vamos ya a la cafetería que nos vamos a quedar sin sitio…-
-¿Qué pasa?-le pregunté preocupada.
-¿Qué te ha pasado en el brazo?-me preguntó señalando mi brazo derecho, cuando señaló, mira y vi que por donde me había agarrado había surgido un moratón con la forma de sus dedos, puse una cara de horror pero que solo duró durante unos segundos antes de camuflarlo con una cara de desconcierto, que no surgió demasiado efecto.
-Pues la verdad que no lo sé, no me había dado cuenta-.
-Claro, no te habías dado cuenta, bueno mira cuando me lo quieras contar pues ya sabes, no te voy a presionar, y venga anda vamos ya hacia la cafetería, mira te tengo que presentar a mis amigos y por supuesto pero creo que ya lo conoces a mi hermano-
-Vale, lo que quieras-.